El fallo se conoció hoy y también fueron condenados tres hijos de Gustavo Sancho, uno de los actores más fuertes del narcotráfico en Argentina en los últimos años.
La organización familiar de narcotráfico liderada por el empresario Gustavo Sancho fue condenada por la Justicia Federal aunque la pena mayor la recibió Pablo Calandria, un marplatense considerado su mano derecha.
Sancho deberá pasar 11 años y 6 meses de prisión que se descuenta del tiempo que lleva detenido desde el 14 de noviembre de 2017 cuando cayó durante un imponente operativo policial denominado Operativo Quijote.
Calandria afrontará una pena de 13 años de prisión porque además de los mismos delitos de Sancho, es decir organización del tráfico ilícito de estupefacientes, autor del delito de lavado de activos se le agregaron los de tenencia ilegítima de arma de guerra, que concurren en forma real entre sí y del mismo modo con el delito de falsificación de documento público destinado a acreditar la identidad de las personas -dos instrumentos- en concurso ideal con el de falsificación de documento público -un instrumento-, ambos en carácter de partícipe necesario.
Los vehículos secuestrados a la banda durante los allanamientos.
Además de ellos también fueron condenados los dos hijos de Sancho, Alan a 9 años y 6 meses de prisión, y Ayrton a 1 año y 9 meses. La relación que tenía Sancho con Mar del Plata era tal que sus dos hijos nacieron en esta ciudad y mantenía una estrecha relación comercial con Calandria y amistosa con Sergio “Cocón” Salas. Vale recordar que Calandria fue atrapado en el shopping Alto Palermo el 30 de octubre de 2018 cuando tenía identificación falsa y estaba acompañado por Sala, definido en Mar del Plata como un “mito de la droga”. Sala en la actual está detenido por liderar su propio clan, descubierto durante el “Operativo Poseidón”.
Los demás integrantes de la banda de Sancho que recibieron condena fueron Franco Sancho (otro hijo) a 2 años de prisión, Gustavo Rodríguez a 4 años, Claudia Espíndola a 3 años y a Sergio Sanzetenea Dimoff a 3 años. En tanto fueron absueltos Zulema Retamar y Rodolfo Tamborini.
Los fundamentos de la sentencia firmada por los jueces Walter Venditti, Silvina Mayorga y Daniel Gutierrez, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 2 de San Martín se conocerán recién el 4 de julio
La caída
La jueza Sandra Arroyo Salgado, dl Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional San Isidro, autorizó 45 allanamientos simultáneos con 600 gendarmes distribuidos en las localidades de Mar del Plata, Pinamar, el Conurbano Bonaerense, CABA y Sáenz Peña, provincia de Chaco, donde fue allanado el despacho del ahora defensor oficial Matías Jachesky.
El despliegue policial del 14 de noviembre de 2017 permitió 16 detenciones y el secuestró de 45 vehículos, 12 motos, 1 moto de agua, 1 kilogramo de cogollo de cannabis sativa, 1 kilogramo de marihuana, 67 plantines de cannabis sativa, 135 celulares, 8 pendrives, 10 tablets, 21 notebook, 12 cpu, 323.413 dólares, 37.610 euros, 2.312.512 pesos, 3 lingotes de oro (300 gramos de oro solido), 285 monedas de oro, 13 armas de puño, 13 armas largas, documentación de interés para la causa, 3 balanzas de precisión, 1 prensa hidráulica, municiones de distintos calibres, joyería de lujo, electrodomésticos suntuosos, 3 GPS y sustancias de estiramiento como 20 kilogramos de manitol.
En Mar del Plata fueron cinco las personas detenidas pero ninguna de ellas llegó a juicio, en tanto que Calandria quedó prófugo al no poder ser localizado.
Gustavo Sancho al ser detenido.
Sancho era un empresario bonaerense vinculado con el automovilismo y había participado en competencias en categorías nacionales. Siempre se sospechó de su participación en el narcotráfico como un actor importante, tanto que podía ser considerado uno de los más grandes de Argentina.
Tal como lo explica en profundidad el periodista Agustín Ceruse en el sitio Encripdata, en mayo de 2010 Sancho fue apresado en Chaco, acusado de tener relación con una avioneta que aterrizó de apuro en la localidad de Corzuela, distante a unos 230 kilómetros de la capital. No se halló droga en el bimotor, aunque los peritos comprobaron luego que la nave había transportado cocaína. Sancho fue detenido en un hotel cercano al hallazgo de la avioneta, junto a dos hombres, uno de ellos.
En esa causa, Sancho fue defendido por el abogado Matías Jachesky y fue absuelto. En estos cinco últimos años se dedicó a comprar avionetas y acondicionarla para el traslado de droga desde Perú/Bolivia haciendo escala en Paraguay, con destino final la localidad de General Belgrano, provincia de Buenos Aires, donde gente de su organización los esperaban vistiendo traje y portando armas largas, para cargar la droga en vehículos ligeros y lo trasladaban hacia Mar del Plata (también a San Martín), para luego acondicionarla entre mercadería legal y sacarla por el puerto de Rosario o Mar del Plata hacia España.
Con Mar del Plata tenía una relación comercial y afectiva, y Sancho pasaba mucho tiempo en esta ciudad. Así fue como sumó a Calandria a su organización, y lo transformó en un eslabón clave. Calandria pudo escapar en noviembre de 2017 del “Operativo Quijote” y vivió en la clandestinidad durante casi año, pero la policía logró rastrearlo. Solía usar identidades falsas e incluso se le confirmó un documento a nombre Wilfredo Travieso, de nacionalidad venezolana, Aunque restan los fundamentos de la condena, a Calandria se lo había investigado como el jefe de la logística y “chofer” de Sancho.
El 30 de octubre de 2018 Calandria fue seguido discretamente por la policía hasta dejarlo ingresar al shopping Alto Palermo, de CABA. Iba acompañado de un hombre a quien la policía no le dio demasiada importancia. Calandria fue detenido y el otro hombre recuperó su libertad poco después. Era nada menos que “Cocon” Salas.
Desde entonces Calandria está detenido en el Complejo Penitenciario Federal N°2 de Marcos Paz, donde continuará purgando su pena.